Antes de tener a Mateo, estaba en una sesión de entrenamiento dura, haciendo lo que me gusta, artes marciales y miles de ejercicios que me mantenían muy concentrada…luchando contra mi pérdida de memoria y una enfermedad a un nervio cerca del oído medio, pero full empoderada comiéndome al mundo, enamorada, feliz. Yo peleaba full contacto sin protección porque podía aguantarlo y mi cuerpo estaba acostumbrado a recibir golpes duros…tan duros como una vez que mi sensei me dejó un hematoma interno en el intestino, todos pensaban en la clínica que yo era una mujer golpeada…una pena que para muchas esa es la realidad….cuando supe que estaba embarazada tenía 5 meses, sentía la culpa de no haberme cuidado, volvió a mi mente cada patada recibida….mi hijo estaría bien?….no me salió guata de embarazada…hasta dos días después de saber…mateo fue tan grande y largo….tenía tanto líquido amniótico que apenas podía caminar, fue un embarazo de alto riesgo en todo momento, casi no daba más mi piel y todos los doctores calcularon mal su peso y tamaño. 4,210 kg y 55 cm de largo…mucho, parto normal, mal cuidado, alto riesgo, con medicamentos neurológicos…estaba en una profunda depresión porque me sentía culpable de estar embarazada, de no cuidarlo, de no cuidarme…subi mucho de peso, tema que no me importaba solo me preguntaba si estaba bien…siempre comí sano, nunca tuve diabetes gestacional ni nada… cuando volví a encontrarme conmigo misma y empoderarme pedí perdón al universo por alguna vez sentirme avergonzada de no planificar este embarazo…después de tenerlo, todo tenía sentido, daba lo mismo lo que pensara quien fuera….yo debía protegerlo…estuve mal después del parto, con ciertos problemas en mis ovarios y hormonas, pero con el tiempo logré estabilizarme y reencontrarme…estuve mal de una rodilla desde que tengo 9 años, por un accidente haciendo una patada de karate y hasta grande no pude resolverlo, eso llevó a que mis cartílagos desaparecieran y el dolor fue cada vez más intenso…no podía entrenar y una parte de mi se sentía extraña…pero seguí,…también tuve que luchar por un puesto que nadie asegura en este constructo social para una mujer fuerte, empoderada, disruptiva….tuve que cambiar ese hombre machista pasivo que estaba a mi lado y hacerlo mi compañero, porque lo amo pero no siempre sentí que me entendía…luché por todos…buscando que todos estuvieran bien, que aprendieran a ser más inclusivos y tolerantes, que entendieran a Mateo, que entendieran el austimo…siempre pensé que si mi Core cercano estaba bien, yo estaría bien…
Soy feliz por lo que he logrado y cada paso que di, con miedo pero lo di…y al final es eso…hazlo con miedo, pero hazlo. Exactamente cada paso que di, me tiene donde yo quiero, tanto así que por fin mi Core está más protegido y estable que nunca. Pero algo que no entendí en su momento, es que no solo debo proteger a los míos, debo cuidarme a mi y ese cuidarme, no es un tema de imagen, es algo más profundo, darme tiempo y amarme profundamente…reencontrarme, respetar mis espacios, mis momentos, porque aunque claramente evolucioné a una mujer aún más empoderada, no había encontrado ni la forma ni el espacio que cuadrara con mi agenda y rutina…echaba de menos sentir mi Core interno fuerte…pues ahora después de muchos años, me siento tranquila, estable, agradecida, empoderada, full llena de energía para hacer mucho más, leer más, amar más,dibujar más, retomar mis rutinas de ejercicios y sentirme aún más fuerte y en calma para protegerlos a todos, al mundo, a ese adolescente genio en potencia, a mi Core pero aún más importante a mi…
Todas esas marcas en mi cuerpo no me complican, al contrario las llevo con orgullo, porque todo lo que pasó, todo lo que viví y todo lo que aprendí, me tiene aquí. Merezco lo que viví y lo que viviré…ahora más que nunca volveré a reencontrarme con esa mujer que partió un proceso con mucho miedo y que nunca pensó como sería su futuro, nunca pensó que el miedo puede ser un impulso para hacer lo imposible…a esa mujer decirle gracias!, que todo está bien y que debe seguir fuerte, única, disruptiva, con sus locuras, con sus ideas, pero siempre cuidarse y darse el tiempo porque yo soy mi propio templo y aunque bajo mi techo los demás pueden guarecerse… debo ser mi propia viga estructural, siempre firme, siempre sana, siempre fuerte…porque puedo, porque me amo y me lo merezco!